domingo, 17 de diciembre de 2017

Los hongos del género Psylocibe pueden ayudar en los casos de ansiedad y depresión



En junio de 2015 se informaba de la aplicación de los hongos psicodélicos para tratar las enfermedades mentales, en particular los del género Pislocybes, que muestran destacadas propiedades para curar la ansiedad y la depresión crónica. La Medicina Occidental ya se dio cuenta de este hecho en los años 1940, pero la investigación média fue obstruida por la llamada Guerra contra las Drogas.


En 2006, se publicó un estudio de la Universidad Johns Hopkins mostrando efectos terapéuticos positivosen ensayos con personas durante más de 15 años. Este estudio dio un impulso a la investigación con sustancias psicodélicas. El 1 de diciembre de 2015 se publicaron los resultados de los primeros ensayos clínicos en el Journal of Psychopharmacology, que muestran una vez más el efecto de la psilocibina sobre la depresión y el estrés en la etapa final de la vida.


Los estudios se titulan:

– “Reducción rápida y sostenida de los síntomas después del tratamiento con psilocibina para la ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer que pone en peligro su vida: un ensayo aleatorio controlado”.

– “La psilocibina disminuye sustancialmente y de manera sostenida la depresión y la ansiedad en pacientes con cáncer que pone en peligro su vida: un ensayo aleatorio a doble ciego”.

Los autores del primer estudio resumen sus resultados de la siguiente manera: 

Antes de la encrucijada, se observó que la psilocibina producía mejoras inmediatas, sustancias y sostenidas de la ansiedad y la depresión, con una disminución de la desmoralización y la desesperación relacionadas con el cáncer, provocando bienestar espiritual y un aumento de la calidad de vida. A los 6 meses y medio de seguimiento, la psilocibina seguía manteniendo los efectos ansiolíticos y antidepresivos duraderos (aproximadamente del 60% al 80% de los participantes continuaron con la reducción significativa clínicamente de la depresión y la ansiedad), con beneficios en la angustia existencial y la calidad de vida, así como una mejor actitud hacia la muerte. La experiencia mística inducida por la psilocibina medio en un efecto terapéutico sobre la ansiedad y la depresión”.

Los autores del segundo estudio concluyen:
… una sola dosis de psilocibina produjo sustanciales disminuciones duraderas del estado de ánimo depresivo y la ansiedad, junto con un aumento de la calidad de vida y la disminución de la ansiedad frente a la muerte en pacientes con un diagnóstico de cáncer que ponía en riesgo su vida. Las observaciones de los propios pacientes y otros sugieren que estos efectos perduraron al menos durante 6 meses. La tasa global de respuesta clínica a los 6 meses para el tratamiento de la depresión y la ansiedad fue del 78% y el 83%, respectivamente”.
No es de extrañar que desde siempre nos haya llamado la atención estos agaricales, pues llevan creciendo alrededor del globo tanto tiempo que hay estudios acerca de la relación humana con ellos hasta el punto de que hayan sido un punto clave como catalizadores de la conciencia humana, siendo clave en la construcción humana y fuente de desarrollo de religiones. Hallazgos arqueológicos muestran que ya en 1600 a.C. se consumía la especie Amanita muscaria en la India, o que el Claviceps purpurea fue clave en 1500 a.C. para los Misterios eleusinos de la época micénica según el libro de Albert Hoffman y Robert Gordon Wasson El camino a Eleusis.


El etnobotánico Terence McKenna, quien también formuló un concepto sobre la naturaleza del tiempo basada en modelos fractalesrecogió en su libro El manjar de los Dioses el uso de los enteógenos a través de las civilizaciones y una teoría evolutiva junto a una explicación científica de la tan característica experiencia. 

El estado facilitado por los enteógenos se caracteriza por modificaciones en la percepción sensible y en la interpretación y asimilación interior de dichas percepciones sensibles, en estados de ánimo cambiantes y en fluctuaciones en la evaluación de la propia identidad y del afuera. Así, las modulaciones sensitivas se traducirán en cambios cualitativos en el orden perceptivo o en la visión y comprensión de hechos y situaciones pasadas o presentes. Lo dicho pone de manifiesto la pobreza de la noción de alucinación aplicada a estos estados ya que, en buena medida, la experiencia enteogénica, antes que a alucinaciones en un sentido grueso, aludirá a una asimilación anímica diferente y no ordinaria del orden sensorial. A menudo dicha experiencia se interpretará como acceso a niveles de conciencia y percepción generalmente velados, al despertar de la conciencia divina que supuestamente yace en el interior de los seres humanos o al vuelo o viaje del alma por sus diversos estados y posibilidades. La significación sapiencial que muchas culturas tradicionales, y también pensadores contemporáneos, han conferido a estas experiencias quedará justificada en esa visión modificada de la realidad en la que vendrían a desvelarse perspectivas latentes de la misma y ángulos no advertidos o desatendidos por la conciencia ordinaria.Algo análogo cabrá decir de la riqueza psicológica e introspectiva de una experiencia que liberaría áreas de la vida anímica de muy difícil acceso para la conciencia ordinaria.

Efectos a altas dosis (2.5g – 10g)

Todos los efectos a medias dosis, normalmente con una subida significativamente más incómoda, efecto de nausea más pronunciado (raramente) resultando en vómitos, algunas veces significativa incomodidad mental asociada con sensaciones de miedo y a menudo acompañando pensamientos del tipo “qué he hecho conmigo hasta ahora” o “hasta donde estoy llegando”, los incómodos efectos de la subida normalmente disminuyen con la familiaridad y el mayor conocimiento sobre la seguridad y el carácter de los efectos de estos hongos. Los efectos a altas dosis están normalmente caracterizados porque las visualizaciones con los ojos cerrados son significativamente más elaborados y envolventes, revelación espiritual, despertar espiritual, experiencias cercanas a la muerte, pérdida del ego, hablar a algo aparentemente externo, entidades autónomas, respuestas extremadamente emocionales, las memorias reprimidas salen a flote, crisis psicológicas latentes pueden salir a la superficie, incremento del sentido artístico e intenso sentimiento de preguntarse las cosas, conexión, diversión, miedo. Los efectos a altas dosis pueden incluir una extremada dilatación temporal, con experiencias de minutos que pueden parecer un tiempo extremadamente largo, mirar relojes o contadores digitales donde los segundos parecen tomar minutos para pasar. Uno de los más interesantes efectos es el sentimiento de despertar para la primera vez viniendo de un estado previo de “sueño”, de liberación de lo que se ve en ese momento como un estado de atadura.

Paradójicamente, esta nueva revelación se siente como normal y natural y la niebla previa se ve como totalmente irreal. El psiconauta  está convencido de que, una vez ganado, este despertar es imposible de perder, pero inexplicablemente al dia siguiente es sólo un recuerdo.

Hay datados programas donde el uso de estas sustancias ayuda a tratar la angustia en pacientes en fase terminal.





http://www.20minutos.es/noticia/3160940/0/hongos-magicos-pueden-restaurar-cerebros-pacientes-deprimidos/
















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